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domingo, 21 de junio de 2020

Tengo sueño

Tengo sueño otra vez
y este cansancio de huesos arrastrados
y este dilema de estatua sedentaria
que ya no advierte si es de noche o de mañana
porque este tiempo ha detenido sus agujas
sobre la piel de mi fría humanidad.

¿Adónde están los juegos y juguetes
que no puedo ya tocar?

Tengo sueño y me desmayo
en un desvanecimiento cadencioso
de arenas movedizas sin cimientos.

Mis músculos me odian y rechazan
las órdenes de mi cerebro inquieto
no lo dejes caer, no lo dejes caer, no lo dejes...
se cayó y se rompió
como la esperanza vana
de una remisión vacía.

Y este cansancio de cadenas invisibles y pesadas
que no me suelta, que me esclaviza,
que me postra en una cama...
Este cansancio que parece somnolencia
y que no hay ciencia
que desdibuje el malestar.

Tengo sueño mami, mucho sueño
y un sin fin de anhelos e ilusiones
es todo lo que queda para asirse a una vida
que separa de la sangre todo el plasma
y aniquila la poquita hemoglobina.
Sangre blanca, funeraria.

La vida,
esta vida que apenas comenzaba
ya casi se me acaba
ya casi se termina.


miércoles, 17 de junio de 2020

Hipocondría


Dolores que se vuelven amigables
de tanto soportarlos de continuo
que cuando ya se van los extrañamos
con cierta dejadez de masoquismo.

Dolores que te lanzan a un abismo
de suerte que la muerte se avecina
queriendo ese consuelo naufragado
en aguas de torrentes tumultuosos.

No sé si este dolor es impaciente
o si es que siendo yo el impenitente
no puedo ya pensar en otra cosa
aparte de ésta pena muy curiosa.

Me duele hasta pensar en nimiedades,
dejando de pensar me duele el alma
así este acompañante tan leal
me sigue a todas partes todo el tiempo.

Dolor que me acompañas tiernamente
aleja de tus garras mi simiente.


Añoranza



Ya revisé cada rincón de mis recuerdos
y ya  no estaba tu carita tan preciada 
y ya no estaba tu sonrisa peregrina
ni las pupilas de tus ojos, golondrina.

Ya revisé cada escondrijo en la memoria
pues quiero verte tan siquiera fuera en sueños
y ya no pude deleitarme con tu aroma
para abrazarne a tu belleza incubadora. 

Yo no sé cuánto te he buscado en mis adentros
tampoco sé cómo encontrarte en mis plegarias
tan sólo sé que nada tiene de bonita
la vida vana sin tus dulces remembranzas.