Besos disparados
desde la cruel distancia
se anidan cual palomas
en mi pecho palomar
y el amor se cuela sigiloso
tras las rendijas de la noche
y me llega benévolo
sereno, apaciguado
como potro domado
listo para llevarnos
a parajes imposibles
en mundos de ensueño.
Y en mis ansias te evoco
y en mis sueños te encuentro:
Angelina poderosa
de mi antiguo amanecer
ya te adueñas sigilosa
de este tardo atardecer
devolviéndole a mi vida
alegrías de mi ayer…
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