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lunes, 30 de agosto de 2010

Prozac



Contundente es el receso de la aurora.
Sus colores sanguinarios me incomodan,
cual ocaso matutino se desploman
sobre aceras taladradas por las ansias.

Y ansimante es el momento matinal,
todo fluye como un tiempo indefinido,
como el aire que se muestra enrarecido,
virulento, deleznable, apagado y aturdido.

Y el silencio; intrigante y comedido,
es el cómplice secreto del sedal,
es la trampa caza bobos que me espera,
es la mina  desde el campo de batalla
asechando mi inconsciente caminar.

Mi tristeza me apabulla y me acaricia
revelando desenlaces sin cuartel:
Distorsiones persiguiendo realidades,
Realidades sin migajas de verdad.

Mi tristeza se escabulle entre las sombras,
se me aleja y se me acerca una vez más
en un baile de macabras consecuencias;
en la danza que el suicidio destruirá.

Es por esto que me voy a la farmacia
y me compro mi cajita de prozac.

Bipolar

El poder de mi euforia incomprensible
surge desde las honduras de mis viejas letanías.
La hiperactividad que me aprisiona
nace de la tranquilidad de mi apatía.

La risa histérica que a ratos me estremece
se activa ante el perpetuo duelo de mi sima.

-Dagas y alfileres-
-Espinas y puñales-

Un frenesí inverosímil
irrequieto y tergiverso
a veces me provoca escalofríos
y el chacal me devora desde adentro
y el turpial ya no trina su silencio
y la lluvia se hace llanto irreparable
y mi llanto se hace lluvia invisible,
manifiesta y apacible y mordaz.

Mi sonrisa es la charada del vacío,
mi vacío es la cubierta de la nada…

-Hondonadas abismales-
-Fraudulentas cavidades-

La etiqueta que me he impuesto a domicilio
y esclaviza mi alegría tibiamente
con grilletes y cadenas
por lexemas y vocablos
y morfemas inconexos…
La etiqueta que inclemente aterroriza
condenando a ilusiones y aspavientos
mi existencia degollada y dividida
reza:
BIPOLAR

Famélicos cuadernos


Los famélicos cuadernos
que se exigen y me exigen
su dual cuota de alimento
ya dejaron de exhibirse.

Y la tinta fluye
se derrama en raudales de tropos consternados;
alucinados, eufóricos a ratos y a ratos tristes:
bipolares.

-El Guaire en Las Mercedes apesta-

El asfalto granulado y pegajoso
evapora sus alientos petroleros
mientras
las vitrinas resplandecen
con su farsa de muñecas y de trapos.
Los alisios indignados
no disuelven la calina
que abochorna a los viandantes…

Y las tardes son tan grises
que semejan al aullido del concreto;
que parecen desespero aletargado
de un cemento silencioso y asechante.

Los cuadernos que se sientan a escribirse
continúan su implacable independencia
mientras cae la noche antagonista;
devastada, derruida y desterrante,
sobre las aceras capitalinas.

Los cuadernos se disponen a dormirse
y ya todo se termina…se termina.

jueves, 26 de agosto de 2010

Voy Volcando


Voy volcando despertares sin preaviso ni protesta,
sin paciencia ni alegría, sin más paz que mi fealdad;
ya los sueños no son más que un ayer desvanecido;
ya no creo en avatares, ni en promesas ni en silencios
sólo creo en lo que veo
y lo que veo no es real...

Voy cayendo en picada sin saber de dónde vengo,
sin saber si lo que soy es tan sólo un sueño extraño,
o es apenas el botín de un pirata del pasado,
o es que acaso el bucanero es aliento del futuro
un futuro que se ahoga al volcarse hacia el presente,
un futuro apaciguado
lacerado y oprimido,
un futuro silencioso, casi mudo, derruido
en contraste tan confuso que semeja al caos fractal.

Voy volcando pesadillas para goce de este mundo
donde todo lo premiado es premiado por maldad,
y los héroes son caudillos que desmiembran o verdugos
que ejecutan sus sentencias sin cuartel y sin piedad.

Voy besando mis recuerdos sin saber si es que son míos
o prestados o comprados o tomados al azar.
Voy bebiendo de la vida lo poquito que me otorga
y sediento voy llorando lo que nunca quise dar.

Y no queda más remedio que seguir la misma senda
y cargando con el cuerpo que me sirve de prisión
ir pagando los pecados que son míos y no son.

sábado, 21 de agosto de 2010

Clavado a la cruz de los segundos

Clavado a la cruz de los segundos
escucho el tronar de los tambores
en cielos aturdidos por clamores
y sueños y esperanzas y temblores.
Si buscas ajetreo cotidiano
encuentras la cesura de la historia;
si buscas una pausa silenciosa
te abate el estruendo citadino
que quiere entretejerte con su escoria

Clavado a la cruz de los segundos
escucho el tañer de las campanas
en torres profanadas por palomas
carentes de mensajes o de paz
Si buscas el sosiego lugareño
te hallas en medio de una jungla,
si buscas a las fieras del ayer
solo hallas el silencio de una tumba
postrada ante otro amanecer.

Yo busco gravedades planetarias,
el fuego legendario de las novas,
la honda oscuridad de la materia
la hueca hostilidad de la energía.
Y quiero balancearme con las cuerdas
aun cuando tan sólo sean teoría.

Tarzán cuasi-estelar y super-cósmico
sin más león que nebulosas
sin más bestia que galaxias
sin más que un hoyo negro por morada,
yo busco un baricentro que elimine
mis dudas, mis creencias, mis demoras
y logre perpetuarme finalmente
verdades tan serenas como sólidas.

Y encuentrome la nada silenciosa
vacía, titilante, temerosa
reacia, vulgar y melindrosa
buscando acariciar la poca cosa
que queda de mi fuga y mis fatigas.
Y sólo en mis fatigas y mi fuga
se esconde la mitad de mi apellido.
Que Santo, ni que santo, ya no hay santos
ni sueños, ni el consuelo del olvido
por eso es que desmiento lo que digo
por eso es que digo lo que siento.


Brutal paradoja inconsecuente
se ríe de mi vida y de mi mente
y yo, degradado y maldecido
en pleno plan de observador
me quedo perplejo y aturdido
cobarde, silente y aterido
mirando cual fuera espectador.

jueves, 19 de agosto de 2010

Poética delirante

Qué es esta poesía oscilante
que fluye de la verdad a la mentira.
Para las palabras es terrible pira
para la emoción es mala comediante.

Qué es esta poética delirante
que; precaria y sin fervor, respira
y se alimenta de la saña y de la ira
y del rubor de un pasado vigilante.

Reverbera en un futuro sofocante
se retuerce y se acorta y se estira
y se clava a la piel cual vieja vira
deformando nuevamente mi semblante.

Y regresa y se despide teorizante
para luego enredarse; cual espira
y con engaños, a mi arpa y a mi lira
en estruendo tenebroso y vinculante.

Qué es esta letanía inquietante
que desborda de mi ser y se retira
para luego regresar; gira que gira,
en oleaje de palabra subyugante.

Es la vida del gitano; que emigrante,
se despide sin nostalgias en su mira
magullando su dolor mientras revira
su destino, implacable y alienante.