Buscar este blog

martes, 25 de enero de 2011

Oceánica Hostería

Hay algo tuyo en mi suspiro
hay algo mío en tu mirada
aunque fundidos en eterno abrazo
nos alejamos de mala gana
separados por caminos divergentes.

Y sin embargo
te llevo en mi piel como a una carga
me llevas en tu alma como a un pegoste;
divina carga, pegoste excelso:
tu olor me acompaña desde siempre
tu aroma me perfuma para siempre.

Hay un sesgo tuyo en la oblicuidad de mis delirios;
hay un algo mío en tu tristeza tangencial.
Aunque no escuches mi voz quebrada y destituida
y aunque no oiga tu voz de auroras y de trinos;
nos abordamos el uno al otro mutuamente
en nuestros sueños que la distancia no ha vencido.

No sé en qué día encallé silente entre tus senos
ni sé qué tarde me hundí frenético en tus ojos,
ni sé qué hago aún varado en las orillas
de tu sonrisa de magia celestial

Hay quienes dicen que soy nostálgico afligido;
hay quienes llaman tristeza a mi estandarte;
el melancólico me nombran mis amigos
y se preocupan porque no puedo amarte
y es que no entienden la profundidad de tu alma linda
y desconocen la calidez de tu oceánica hostería.

No hay comentarios: