Ayer
volví a ver
el renacer
de la idiotez...
Mi tez
se confunde,
mientras mi alma se hunde
en un rizo descendente,
y yo impotente
me dejo seducir trágicamente
por la angustia y la depresión;
con inusitado tesón
me desprendo de mí mismo
alienándome en un abismo
de soledades silentes.
¡Cuántos inconvenientes!
volví a ver
el renacer
de la idiotez...
Mi tez
se confunde,
mientras mi alma se hunde
en un rizo descendente,
y yo impotente
me dejo seducir trágicamente
por la angustia y la depresión;
con inusitado tesón
me desprendo de mí mismo
alienándome en un abismo
de soledades silentes.
¡Cuántos inconvenientes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario