Buscar este blog

lunes, 7 de enero de 2008

Soledades silentes.

Ayer
volví a ver
el renacer
de la idiotez...

Mi tez
se confunde,
mientras mi alma se hunde
en un rizo descendente,

y yo impotente
me dejo seducir trágicamente
por la angustia y la depresión;

con inusitado tesón
me desprendo de mí mismo
alienándome en un abismo
de soledades silentes.

¡Cuántos inconvenientes!

No hay comentarios: