Buscar este blog

lunes, 7 de enero de 2008

Viernes.

Viernes acuciado,
oscuro y muy goloso,
viernes sedicioso
que abre su costado.


Viernes angustiado,
herido y oprobioso,
viernes que destrozo
cual viento huracanado.

Viernes coronado,
valiente y animoso,
viernes que me gozo
con baile desterrado.

Viernes entre hogueras,
un poco pervertido,
inquieto y consentido,
vedando primaveras.

Viernes de quimera,
de ilusión y olvido,
Viernes comedido
que a Crusoe sirviera.

Viernes maniatado,
viernes fustigante,
que como fiel amante
no rumia lo pasado.

Viernes comediante
último y primero,
viernes que ya espero
mudo y trepidante.

Viernes futbolista
pateando al mundo entero;
no siempre fue certero
tu golpe, viejo artista.

Viernes tempranero,
celoso y mendigante,
famoso y falso amante
del sábado fiestero.

Viernes obsoleto
pleno de guillotinas,
con vestes vespertinas
y caras de concreto.

Viernes insolente
aburrido y ñero,
viernes pelotero
bateándose la frente.

Te vas pero regresas,
y el don que nos profesas
se escurre entre mis canas
hasta las próximas semanas.

No hay comentarios: