De noche
la noche se trajea; con su vestido
de gala nocturna,
y sale a pasear
con su cosmos galán:
¡Qué derroche de obscuridad!
Anoche
la noche parió su camada de lentejuelas;
de oropel y metal,
y salió luego a jugar
con su cosmos rufián:
¡Qué derroche de obscuridad!
Mi noche
ha extraviado luna y estrellas,
asemeja a las profundidades abisales
de un mar caótico
de partículas cuánticas:
¡Qué derroche de obscuridad!
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