Buscar este blog

lunes, 7 de enero de 2008

Maquinaciones.

Te escucho meditativo,
taciturno y algo embriagado;
me siento algo acorralado
y muy poco atractivo.

Quisiera saber qué es lo que clamas,
quisiera entender qué es lo que callas,
quisiera mil nudos de atarrayas
para pescarte entre mis flamas.

Te oigo casi como elucubrando
diez mil maquinaciones mezquinas,
tus besos y caricias divinas
se me escabullen revoloteando.

Te escucho un tanto consternado
como tonto, apacible y abobado
¿a dónde se fue a parar mi voluntad?
¡de vacaciones con tu sinceridad!.

No hay comentarios: