Voy soltando mis poesías como a hojas de laurel,
dejándoselas al viento, ellas viajan en tropel.
No se cuánto he de vivir, no se cuánto he de querer,
y no tengo pura idea de lo que queda por ver.
Van zarpando emociones como barcos de papel,
desde puertos que en mi alma se inundaron sin cuartel.
Se elevan mis pasiones hacia nubes de oropel;
despegando desde mi alma, buscando neo vergel.
No se a cuánto he de aspirar, no se cuánto he de exigir,
me pregunto cuánto tiempo me queda por vivir,
y si el vago tiempo es bueno, y la muerte mi amiga;
tal vez algún reconocimiento yo consiga.
Si la nieve se derrite, despejando el verde,
tal vez; sellando nuevo pacto, contigo acuerde
volver a las colinas floridas de anteayer,
besándote la fuente de do' mana mi poder.
Si alguna de estas estrofas llegaras a leer,
no pienses que son quejas por lo que no pudo ser;
cuestiónate mas bien si algo queda aún por salvar,
si aun quedara un buque en que podamos navegar
Buscar este blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario