Claroscuro, luz y sombra,
lienzo abstracto que se asombra
porque le admira el pincel.
En las alas de un corcel
van volando anagramas,
cual antiguos epigramas
mordaces y furiosos.
Y con todos los golosos
sentimientos acorazados,
ausentes y alienados,
van abriéndose brecha
estrecha
pero tenaz
a través de un conato de paz.
Audaz
será mi acometida
por un soplo de vida.
Locuaz
fue su último monólogo
y casi como psicólogo,
un par de milenios después,
sigo rumiando,
tragando
palabras jamás anunciadas
a causa de barricadas
de mudez.
Desnudez
en medio de glaciares
y lluvias torrenciales.
Uy, qué frío
y qué condenado hastío.
Buscar este blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario