Buscar este blog

lunes, 7 de enero de 2008

A la defensiva


Qué difícil resulta aprehender esta epopeya,
épica proeza
de entender esta vida que nos toca cargar
como fardo, como cruz,
y cambiarla, aunque sea un poquito,
antes de que ella nos transmute a nosotros.

Y qué difícil es aprehender esta epopeya,
épica proeza
de entender a las parejas que nos toca abrazar
como a tunas, como a cardos,
y amarlas incondicionalmente, tal como son,
y lograr que el mundo nos acepte tal como somos,
sin máscaras, sin secretos, sin mentiras necesarias,
sin modificar ni tan siquiera un ápice
de estas enrolladas personalidades
que desenvainamos amenazantes.

Seguiremos lanzando cuchillos, cual si fueran cumplidos,
seguiremos arrojando "te amos" cual si fueran puñales,
y seguiremos a la defensiva,
atrincherados
detrás de caretas carnavalescas;
amurallados
detrás de sendas barricadas emocionales,
siempre a la defensiva,
como si hubiera un ensañado depredador
asechándonos,
emboscándonos
perpetuamente.

Son nuestros fantasmas, tigres dientes de sable
etéreos y vagos
pero siempre tan eficaces.
Nos amenazan,
nos tiranizan,
nos esclavizan,
obligándonos a acometer sendas vanas
y trochas mordaces;
con las manos tapándonos los ojos:
para no ver lo inevitable,
para olvidar lo irremediable.



No hay comentarios: